sábado, octubre 15, 2005

Leer y escribir, ella dice

La aparición de Pasado y presente de los verbos leer y escribir de Emilia Ferreiro en la colección Popular del Fondo de Cultura Económica plantea, como todos los volúmenes de la serie dirigida por Enrique Tandeter, los desafíos políticos más importantes de la actualidad.

Por Daniel Link

Hay muchas cosas para celebrar en la aparición de un nuevo librito de la colección Popular del Fondo de Cultura Económica, cuya serie “Breves” está a cargo de Enrique Tandeter. En principio la continuidad de una de las mejores colecciones (de paso, con uno de los nombres más bellos) dedicadas al pensamiento contemporáneo, que alcanza con su última entrega, Pasado y presente de los verbos leer y escribir, el número 590.
A la vez que presenta las principales líneas del debate intelectual contemporáneo –Marginalidad y exclusión social de José Nun, Siete ensayos sobre Walter Benjamin de Beatriz Sarlo o Pan y afecto. La transformación de la familia de Elizabeth Jelín, para mencionar sólo a los autores argentinos, son algunos de sus últimos títulos–, la Colección Popular lo hace brevemente y en palabras que cualquier lector no especializado puede comprender. Y “líneas de debate intelectual” quiere decir, en este caso, sobre todo el modo en que el saber teórico se piensa a sí mismo como intervención política. Porque más allá del rigor y la actualidad “académica” de los libritos de esta colección, lo que de ellos se recibe con mayor felicidad es el modo en que interpelan al presente, como conjunto de preocupaciones políticas.

Tal el caso Pasado y presente de los verbos leer y escribir de Emilia Ferreiro, reconocidísima investigadora en pedagogía de la lectoescritura, que ha reunido en este volumen tres intervenciones sobre los procesos de adquisición del lenguaje escrito bien alejadas de la ñoñería escolar y de la aridez metodológica que suele ser el fardo de los “especialistas” en esta área –de capital importancia respecto de la definición de nuestro horizonte político y cultural. Ferreiro (especialista argentina que reside en México) ha desarrollado una sofisticada teoría de los procesos de adquisición de la lengua escrita que reposa en dos convicciones sencillas de entender: que los procesos de alfabetización (en contextos escolares o fuera de ellos) implican mucho más que la adquisición de una mera técnica de transcripción y que los sujetos de esos procesos (se trate de chicos o de adultos no alfabetizados) poseen un pensamiento sobre la escritura que pedagogos y políticos del área no pueden ignorar.
Tantas son las virtudes que tiene el libro de Emilia Ferreiro que conviene comenzar por sus pocos defectos: la “Introducción” (bastante insustancial) y el mismo ordenamiento de los tres artículos, que no sólo invierte la cronología según la cual fueron escritos sino el grado de “especificidad” que cada uno plantea. El libro hubiera perdido en progresión dramática (“Diversidad y proceso de alfabetización: de la celebración a la toma de conciencia” es sin duda la más patética de estas contribuciones, en el sentido de que allí se lee el pathos de la escritura y de las políticas con ella asociada con mayor fuerza que en los otros dos artículos), pero hubiera ganado en eficacia argumentativa, sobre todo en lo que se refiere a las opciones políticas que fundamentan las hipótesis teóricas y metodológicas de la autora. Afortunadamente, con sólo sugerir la lectura invertida del libro (empezando con el tercer artículo y terminando con la “Introducción”) ambos defectos desaparecen como por arte de magia y lo que queda ante el lector es la maravilla de un pensamiento bello, clara e intensamente presentado y muy coherente en el modo en que articula preocupaciones metodológicas, posiciones teóricas y opciones políticas.
Se trata, naturalmente, de ampliar al máximo el campo de eficacia de los sistemas escolares respecto de la adquisición de la escritura (para lo cual la autora hace un uso ejemplar de la historia de la escritura). Pero, también, en un universo cultural que naufraga en las aguas heladas del cálculo egoísta, de devolver al sistema escolar los contenidos políticamente progresistas que hoy sólo él puede sostener. “No intento hacer el típico discurso antimedia para lamentar que la cantidad de horas que pasan los niños delante del televisor compite, en su ventaja, con la cantidad de horas que pasan delante de una maestra y un pizarrón. Por el contrario, creo que el modo de existencia de la TV en el mundo contemporáneo nos da una ocasión privilegiada para repensar la escuela y para descubrir otra misión: la de ayudar a todos los niños del planeta a comprender y a apreciar el valor de la diversidad”, declara la autora.

La conferencia “Pasado y futuro del verbo leer” fue pronunciada en el Congreso Interamericano de Editores (México, 1997) y “Leer y escribir en un mundo cambiante” ante el Congreso de la Unión Internacional de Editores organizado en Buenos Aires el año pasado. Es importante destacar que Ferreiro haya hablado ante los amos del libro, porque nadie tanto como los editores deberían ser conscientes de la importancia de la escuela (y, por lo tanto, de los procesos de transmisión de la escritura) respecto de la formación de un público lector: “Está claro –señala la investigadora– que estar ‘alfabetizado para seguir en el circuito escolar’ no garantiza el estar alfabetizado para la vida ciudadana” (p. 17).
Los editores que en estos días se reunirán en una nueva edición de la Feria del Libro de Buenos Aires podrían aprovechar la circunstancia, y las enseñanzas de Emilia Ferreiro, para decidir de qué lado quedará el libro (y la cultura con él asociada) en el complejo panorama que la investigadora presenta: ¿del lado de la escuela o del lado de la televisión? ¿Del lado de la vida ciudadana o del lado de las leyes de mercado? ¿Del lado de la “equivalencia en la diferencia” que constituye “el problema central de la educación del futuro inmediato” o del lado del “desprecio” hacia las diferencias culturales que implica la “idea supuestamente neutra llamada modernización y globalización?”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Valga la reseña como homenaje a Enrique Tandeter.
El sábado 24 de abril de 2004 falleció el historiador Enrique Tandeter, profesor titular regular la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, cofundador de varias editoriales dedicadas a la historia, ex director General del Archivo General de la Nación, investigador principal del Conicet y presidente de la Asociación Argentina de Historia Económica.
Alejandro Piscitelli reseñó en el portal educ.ar:
Enrique Tandeter hizo su doctorado en la Universidad de París X (Nanterre). Fue también investigador y docente de diversas universidades de fama mundial, compilador de innumerables textos seminales, como Participación indígena en los mercados surandinos. Estrategias y reproducción social , siglos XVI-XX (La Paz, CERES, 1987), junto a Olivia Harris y Brooke Larson, cuya edición revisada en inglés fue editada en 1995 por Duke University Press. En colaboración con Lyman L. Johnson compiló Economías coloniales. Precios y salarios en América Latina, siglo XVIII , publicado originalmente en inglés en 1990, y que el Fondo de Cultura Económica editó en castellano en 1992. Su libro Coacción y mercado. La minería de la plata en el Potosí colonial, 1692-1826 , se publicó en 1992 simultáneamente por la Editorial Sudamericana en Buenos Aires y por el Centro de Estudios Regionales Andino Bartolomé de las Casas, en Lima. En colaboración con Juan Carlos Korol publicó Historia Económica de América Latina: Problemas y procesos (Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,1999). Editó también el tomo 2, “La sociedad coloial", de la Nueva Historia Argentina , de Editorial Sudamericana (Buenos Aires. 2001). Dirigió el volumen IV, “Procesos americanos hacia la redefinición colonial,siglo XVIII”, de la Historia General de América Latina de la Unesco (Madrid,Trotta/Unesco,

Rubén Cucuzza